sábado, 27 de septiembre de 2014

¿Necesitaban alguna prueba más para confirmar que estos dos pasquines no son otra cosa que los voceros oficiales de la Embassy?














Ya no se trata de diferencias de opinión ni de línea editorial, sino directamente del lugar desde donde se informa.

Si estos títulos son resultado de un conflicto diplomático entre dos países, y si estos dos diarios fueran verdaderamente argentinos, hubieran titulado desde la posición argentina en el supuesto conflicto, más aún, los discursos de la Presidenta de todos los argentinos en la asamblea de la ONU -dos días atrás- que habrían originado estas diferencias, ni siquiera fueron reflejados en las tapas de estos mismos diarios con la magnitud de esta unificada respuesta corporativa, sin dudas hecha por encargo de los principales actores de los intereses de los Estados Unidos en nuestro país, que nos son otra cosa que los mismísimos dueños de estos medios.

Porque si estos son nuestros representantes en el periodismo nacional, entonces ya no quedan dudas que hemos llegado al fin del periodismo argentino. Ojalá nuestra sociedad esté lo suficientemente madura como para darse cuenta, a pesar del poder que se ejerce a través de estas vergonzantes operaciones.

RG
9/14