sábado, 14 de abril de 2012
En el nombre del marketing
Resulta que hace unos meses, el departamento de marketing de la empresa de indumentaria Lacoste le ofrecio pagar un dinero al popular grupo musical juvenil, Los Wachiturros, para que no usaran más chombas y zapatillas con su marca. La razón estába fundada en la gran exposición que estaba teniendo éste grupo en franco ascenso y el replique mediático que la prensa le estaba dando a su imagen por la particularidad de sus peinados y vestimenta, ésto, a los directivos de imagen de dicha compañía "les infundía el temor" que a raíz de tal popular y directa asociación de su marca con éste nuevo "target", cayeran las ventas a sus habituales clientes que poco tienen que ver con tal novedoso "estilo".
Sin embargo, como afortunadamente no todo en la vida está dirigido por el marketing, cuestiones más ligadas al azar quizás, o a las "tradiciones castrenses" tal vez, logran que hoy veamos en plena tapa de Clarín una foto en primer plano del genocida Videla luciendo contento su "chemise Lacoste" color azul francia sentado en una cama y bajo un crucifijo.
Debo decir que al menos para mí, ésta última imagen con toda su asociación y carga simbólica sí infunde verdadero temor. Temor, porque fueron las corporaciones económicas y la corporación eclesiástica quienes nos impusieron y aún auspician a éste dictador, sin siquiera haber hecho una autocrítica pública por ello. Claro, tal vez se trate de otra clase de temor, pero de lo que estoy seguro es que éste temor hoy no afectará al mercado ni atentará de manera directa contra las ventas de ninguna compañía, y que la empresa Lacoste no analizará iniciar ninguna nueva "acción de marketing" que intente aliviarlo, por más que a muchos de ellos sí les pique la garganta, en nombre del marketing, y frente a tan fortuita contradicción.
RG
04/12
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