viernes, 20 de abril de 2012

Observaciones sobre el Falso Hombre Liberal















El Hombre Liberal dice que no sabe y no le importa para nada la política pero a la hora de visualizar el estereotipo de la corrupción no duda en señalar a un político cualquiera.

Como el Hombre Liberal cree que la corrupción es un tema político, ni siquiera imagina que podría tratarse de un problema humano y social en vez de un vicio de una disciplina particular.

El Hombre Liberal está configurado para juzgar al mundo y a las personas en términos de eficiencia e insiste en dar respuestas economicistas a  toda problemática, cualquiera sea su índole.

El hombre liberal dice que los políticos no sirven para nada y que en su lugar habría que poner a los gerentes de las empresas exitosas.

El hombre liberal cree que la década del 90 terminó muy mal solo porque no dejaron que se profundizara el modelo neoliberal en argentina.

El hombre liberal dice que nuestro país quiso ser serio cuando se construyeron los palacios de la avenida alvear y luego entró en decadencia

El hombre liberal dice que la oportunidad de la argentina de ocupar un lugar en el mundo civilizado se perdió cuando Perón llegó al poder.

El hombre liberal ya no habla más de inmobiliarias que venden o alquilan casas sino de brokers que hacen negocios de real state y fideicomisos.

El hombre liberal está configurado para creer que nuestro país, el suyo, no es un país serio y nunca va a serlo.

Cuando el hombre liberal habla de política, su tema favorito es la indignación por los altos niveles de corrupción en comparación con "el mundo".

El Hombre Liberal está convencido que no es la orientación de las políticas lo que hace que los países crezcan y se desarrollen o no, sino que únicamente señala las buenas o malas formas en que se implementan y "los altos niveles de corrupción".

El hombre liberal cree que la única función de los políticos en cargos ejecutivos es la de generar "clima de negocios".

El hombre liberal dice que los políticos son todos corruptos pero de las prácticas heterodoxas de él y sus pares empresarios se limita a no opinar.

El hombre liberal se queja de la mala imagen del argentino en el mundo y nunca pierde oportunidad para vociferarla ubicándose siempre en el minúsculo grupo de la excepción.

El hombre liberal cree en la libre competencia, siempre y cuando a él se le permita arrancar primero.

El hombre liberal se llena la boca diciendo q el problema argentino es la educación pero todos los paros docentes los considera extorsivos.

El hombre liberal nunca se cansa de decirle a sus semejantes que el pobre es pobre simplemente porque no quiere laburar.

El hombre liberal cree en el periodismo independiente y en el título de ingeniero de carlos blumberg.

El hombre liberal dice que mauricio arregló la mayoría de las escuelas públicas pero sus hijos, como los de mauri, van a escuelas privadas.

El hombre liberal se queja porque dice que éste gobierno nacional es quien abandonó a los hospitales pero la última vez que pisó uno fue en 1974.

El hombre liberal considera que a las villas no habría que urbanizarlas, sino desarmarlas de forma "consensuada", pero con topadoras.

El hombre liberal considera que el estado no debería preocuparse por el desarrollo social y dejaría toda cuestión social en manos de la ONGs, mejor si son holandesas.

El Hombre Liberal no conoce la diferencia entre solidaridad y filantropía.

El Hombre Liberal dice conocer temas de teoría económica pero lo único que aprendio es la pequeña parte del pensamiento neoclásico ortodoxo que los grupos de poder necesitan que conozca.

El hombre liberal no deja de escuchar a marcelo longobardi para comenzar el día bien cargado de calentura contra la runfla que nos gobierna.

El hombre liberal se pone muy contento cuando el lleve 6 y pague 5 de carrefour incluye bodegas luigi bosca.

El hombre liberal se queja constantemente por la falta de derecho de admisión en su barrio privado que ya no es lo que era.

El todoterreno ideal del hombre liberal es bien alto, para que los villeros de la nueve de julio no alcancen a ensuciar su ventanilla con el limpiavidrios.

El hombre liberal cree que la felicidad está en encontrar una caja vacía en el supermercado.

El hombre liberal se queja del tránsito porque coarta "su libertad".

El hombre liberal no ve desigualdad social, solo nichos marginales de negocios.

El hombre liberal brega para que se declare al piquete crimen de lesa humanidad.

El hombre liberal cree que el mundo es lo que es y no lo que debería ser.

El hombre liberal es crítico solo frente a posturas críticas o frente al "populismo".

El hombre liberal hace sentir con insistencia el estruendo de su bocina cuando la cola del peaje no lo deja transitar con fluidez.

El hombre liberal se permite una vida licenciosa en horario de trabajo pero suele ser muy conservador dirigiendo la vida de su mujer.

El hombre liberal se manifiesta en contra de la inmigración de países limítrofes particulamente luego de pasar un toque por Unicenter.

El hombre liberal se transforma en vigilante de VTV de vetustos vehículos cuando gira y gira sin ver lugar en estacionamiento del shopping.

La mujer del hombre liberal está entrenada para detectar los sales de gap y banana republic tanto en el sawgrass mills de miami o en un outlet factory de panamericana.

El hombre liberal prefiere el destellador a la bocina para solicitarle al negro de mierda que se corra del carril rápido de la panamericana.

El hombre liberal siente gran desprecio de género cuando la cajera del super le consulta si tiene discoplus sabiendo que ésa tarjeta es una especie autóctona de la cartera de su esposa.

Para el hombre liberal cualquier auto viejo en medio de su camino es motivo de puteada contra el negro de mierda.

El hombre liberal desearía blindar su automóvil y sentir que así preserva su vida pero considera un abuso pagar 10 mil dólares para ello.

Para el hombre liberal la única revolución es la que genera el mercado y actualmente está encantado pudiendo usar WhatsApp en su smartphone.

El hombre liberal está de acuerdo con el Metrobus porque considera que le embellece la ciudad.

El Hombre Liberal defiende la "seguridad jurídica" de los capitales extranjeros y las inversiones privadas porque "así nos ven mejor en el mundo" pero omite referirse a los derechos de justicia de las personas físicas que acá viven y se contraponen a ellos.

El hombre liberal se siente indignado cuando la TV le muestra las desgracias que sufren los hijos de los negros de mierda delincuentes del conurbano.

El hombre liberal considera q una camioneta rastrojera con caja mudancera de madera circulando por panamericana es un delito de lesa humanidad.

El hombre liberal tiene muy presentes los altos valores de la familia, por eso se sensibiliza cuando le hablan de política a través del cuento de la cuna de "la antonia".

El hombre liberal prioriza ante todo, nuestra buena imagen el el mundo, en ése mundo que él cree integrar.

El hombre liberal se siente primero avergonzado y luego espantado, ante tanto país del primer mundo quejándose a través de las tapas de los diarios clarín y la nazion.

El hombre liberal te dice que el gobierno de menem fue bueno en su primer mandato y que después solo se fue a la mierda por la corrupción.

El hombre liberal vive anestesiado por el consumo hasta el día en que en el espejo del cambiador de un shopping ve que ya se quedó pelado y todavía no es feliz.

El hombre liberal ni imagina que ése recurso retórico que tanto lo subyuga del discurso de sus dirigentes preferidos se inventó hace miles de años en grecia y se llama demagogia.

El hombre liberal cree que la realidad no debe ni puede cambiarse, sino que es uno quien debe usar su propia inteligencia y sacar buen provecho de ella.

La sensación de bienestar del hombre liberal está íntimamente ligada a su propia imposiblidad para observar sus groseras contradicciones.

El hombre liberal subordina toda decisión en su vida a una ecuación económica a la vez que proclama que su bien más preciado es la libertad. 

El hombre liberal es la gran falacia argentina, en verdad no existe, solo se trata de señores conservadores de sus propios intereses que no creen en la igualdad de derechos ni de oportunidades y  por ello no quieren que nada cambie.



RG
04/12


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