Descreo de los falsos profetas de la era del "centro" que se asustan de los antagonismos, desmerecen la política y vislumbran la extinción de las identidades colectivas. Espero que el nuevo año nos encuentre más unidos en un "nosotros" y lejos de la mezquindad global que apuesta a tener cada vez menos ciudadanos y más consumidores. Que tengamos todos un mejor 2011. Salúd!
RG 12/10
viernes, 31 de diciembre de 2010
martes, 28 de septiembre de 2010
Un pedido de informes que da verguenza ajena.
La Comisión de Libertad de Expresión del Congreso de la Nación pretende coartar la libertad de expresarse a través de los nuevos medios 2.0 con la diversidad de herramientas discursivas y los propios lenguajes que estos mismos medios generan.
Las argumentaciones que han presentado en el pedido de informes se ahogan en infantiles prejuicios y solo pueden explicarse por la pobre formación de sus miembros más la nula información que evidentemente poseen, tanto como por el paralizante miedo que su propia ignorancia les genera.
RG 9/10
miércoles, 22 de septiembre de 2010
De los guantes de Moreno a la metralleta de Carrasco.
Creo que nadie obliga a nadie a elegir qué cosa quiere hacer en la vida, entiendo también que sea lo que sea lo que uno haga, nunca vamos a poder evitar transformarnos en el reflejo de aquello que sabia o estúpidamente creamos a través de nuestras acciones y a lo largo de la vida.
Pensando en el infantil episodio de Leuco con el Blogger Lucas Carrasco, me resulta inevitable tratar de salirme de la primera impresión que recae en el inverosímil lugar donde se ubica Leuco al hacer público tal insignificante post y comentario poco feliz de un blog y transformarlo en una amenaza a un periodista o en un vaticinio de un asesino serial. El ejercicio de banalizar el tema de la violencia le hace un muy flaco favor al verdadero debate que nos debemos acerca de la violencia social, que ciertamente sufrimos todos, por ser parte de una sociedad cada vez más violenta.
Y digo querer salirme de ésa primera impresión, porque está más que claro que Leuco está fuera de su eje hace rato, al igual que Eliaschev, Tenembaum y varios otros periodistas; quizás por razones tan profundas como personales, y que afloran en sus comportamientos profesionales; caen diariamente en casi lo mismo que denuncian, adoptando posturas dignas de fanáticos sin más razón que su propia ira. Esto, sería motivo de otro análisis -intenso, por cierto- pero que hoy no me da mucha gana hacer.
Me interesa poner el foco en que hay una diferencia sustancial entre el hacer uso -a veces quizás abuso- de herramientas claramente fuera de las formas en pos de una estrategia política del simple acto de mostrarse como una persona inconveniente. Hay que saber medir las consecuencias, sin desconocer a los actores que manejan los medios y que serán los encargados de magnificar u ocultar la noticia en función de sus particulares intereses, los de sus empresas propias o asociadas.
El caso de los guantes de Moreno es un buen ejemplo, la herramienta NonSancta fue usada como táctica -estemos de acuerdo o no- en pos de una estrategia clara y debe medirse en términos de la efectividad política que finalmente tuvo, muy a pesar del relato de violencia que los medios luego quisieron magnificar. Hubo que bancarse la pelusa.
Pero el caso del post de Carrasco es muy diferente. Nunca hubo allí una táctica en pos de una estrategia política, sino muy a lo sumo un acto poco responsable de un militante envinado, fruto de un aparente amor no correspondido. Donde está el problema entonces, más allá de la desmedida reacción de Leuco? MacLuhan nos respondería sabiamente con su frase "El medio es el mensaje".
Haberlo publicado como post en su blog hoy vemos que fue una estupidez. Porque hacerlo, es no entender la actual realidad de tu audiencia, es no asumir la responsabilidad que implica la militancia en un colectivo diverso, que se ha ido poblando masívamente y que por ende se vuelve heterogéneo. Una humorada entre amigos y militantes no puede transformarse en un post de un blog de un referente de un proyecto político con tanta capacidad de readership.
Hacer ésa humorada es no entender nada de comunicación, es hacerce el pistola frente a quien no corresponde, es ponerse un piloto y salir a mostrar la chota en público, un acto de irresponsabilidad política. Y en política, el suicidio no es una actitud romántica. Rifar capital político haciendo boludeces para joder a boludos con megáfono pero con audiencia ávida de espanto es de reverendo boludo.
Porque en frente están los otros, la corporación de medios que sí tiene estrategia, y en éste caso es la siguiente: "Los Blogueros K son peligrosos, confunden amor y política con sexo, violencia y muerte. Igualito a como pensaban y actuaban los terribles montoneros." Una estrategia perfecta para el discruso llave en mano que compra la clase media Argentina.
Mucho más obvio me resultó ésta observación al ver hoy que éste estúpido episodio que estoy comentando ocupó un titulo en la tapa de Clarín, no corriendo la misma suerte la noticia ayer anunciada por las Abuelas de Plaza de Mayo de la recuperación de la identidad del nieto número 102. Parece ficción tal despropósito informativo, pero es la realidad.
Había que explicarle ésto a Lucas? Creo que no, ya que seguramente él ahora lo entienda tanto como todos nosotros, sólo que subestimó a su audiencia al momento de hacer su post. Yo comparto y adhiero a la mirada irónica, divertida que a todos en general nos causa la actitud de papanatas de Leuco y la innecesaria magnificación del hecho, pero lo hago en el ámbito privado, con mis pares y en una mesa de café, no tiene sentido hacerlo en otro lugar. No es un hecho prensable, posteable, ni valioso para ningún proyecto político.
Por eso es que a mí me preocupa esta extraña "alquimia" que posee cierta militancia política para transformar a meros estúpidos en acérrimos opositores al proyecto que se pretende defender. Sin dudas lo que hizo Leuco debería ubicarse entre la mala leche y la perfecta idiotez, pero está claro que también hay que saber separar las acciones de la militancia de la simple mojada de oreja sin sentido.
A medida que el proyecto crece, los actores deben crecer con él. Visualizar los verdaderos objetivos de la militancia haciendo un uso racional de las herramientas de comunicación. No es necesario tener que esconder las emociones, solamente comenzar por separar lo público de lo privado, los mensajes internos de los mensajes publicables, entender a todas las acciones del actor de la comunicación como lo que son, acciones de comunicación con forma y fondo.
Finalmente, hay algo casi básico de la ciencia política que es preciso entender. El debate es sumamente interesante en términos políticos, la argumentación actúa sobre la razón y resulta apasionante en la confrontación de ideas. Pero nunca hay que perder de vista que el voto es un ejercicio emocional y muy poco racional. Con lo cual, si mi proyecto pretende tener sustento para poder perdurar, si necesita extenderse para crecer, deberé prestar más atención a las formas que utilizo para comunicarlo. Cuando de comunicación masiva se trata, con audiencias muy heterogéneas, el mensaje debe ser preciso y las formas son determinantes. Porque éstas actúan sobre las emociones, generan confianza o temor, y en términos electorales, difícilmente puedan ser rebatidas con una argumentación racional, por más contundente que ésta sea.
RG 9/10
Pensando en el infantil episodio de Leuco con el Blogger Lucas Carrasco, me resulta inevitable tratar de salirme de la primera impresión que recae en el inverosímil lugar donde se ubica Leuco al hacer público tal insignificante post y comentario poco feliz de un blog y transformarlo en una amenaza a un periodista o en un vaticinio de un asesino serial. El ejercicio de banalizar el tema de la violencia le hace un muy flaco favor al verdadero debate que nos debemos acerca de la violencia social, que ciertamente sufrimos todos, por ser parte de una sociedad cada vez más violenta.
Y digo querer salirme de ésa primera impresión, porque está más que claro que Leuco está fuera de su eje hace rato, al igual que Eliaschev, Tenembaum y varios otros periodistas; quizás por razones tan profundas como personales, y que afloran en sus comportamientos profesionales; caen diariamente en casi lo mismo que denuncian, adoptando posturas dignas de fanáticos sin más razón que su propia ira. Esto, sería motivo de otro análisis -intenso, por cierto- pero que hoy no me da mucha gana hacer.
Me interesa poner el foco en que hay una diferencia sustancial entre el hacer uso -a veces quizás abuso- de herramientas claramente fuera de las formas en pos de una estrategia política del simple acto de mostrarse como una persona inconveniente. Hay que saber medir las consecuencias, sin desconocer a los actores que manejan los medios y que serán los encargados de magnificar u ocultar la noticia en función de sus particulares intereses, los de sus empresas propias o asociadas.
El caso de los guantes de Moreno es un buen ejemplo, la herramienta NonSancta fue usada como táctica -estemos de acuerdo o no- en pos de una estrategia clara y debe medirse en términos de la efectividad política que finalmente tuvo, muy a pesar del relato de violencia que los medios luego quisieron magnificar. Hubo que bancarse la pelusa.
Pero el caso del post de Carrasco es muy diferente. Nunca hubo allí una táctica en pos de una estrategia política, sino muy a lo sumo un acto poco responsable de un militante envinado, fruto de un aparente amor no correspondido. Donde está el problema entonces, más allá de la desmedida reacción de Leuco? MacLuhan nos respondería sabiamente con su frase "El medio es el mensaje".
Haberlo publicado como post en su blog hoy vemos que fue una estupidez. Porque hacerlo, es no entender la actual realidad de tu audiencia, es no asumir la responsabilidad que implica la militancia en un colectivo diverso, que se ha ido poblando masívamente y que por ende se vuelve heterogéneo. Una humorada entre amigos y militantes no puede transformarse en un post de un blog de un referente de un proyecto político con tanta capacidad de readership.
Hacer ésa humorada es no entender nada de comunicación, es hacerce el pistola frente a quien no corresponde, es ponerse un piloto y salir a mostrar la chota en público, un acto de irresponsabilidad política. Y en política, el suicidio no es una actitud romántica. Rifar capital político haciendo boludeces para joder a boludos con megáfono pero con audiencia ávida de espanto es de reverendo boludo.
Porque en frente están los otros, la corporación de medios que sí tiene estrategia, y en éste caso es la siguiente: "Los Blogueros K son peligrosos, confunden amor y política con sexo, violencia y muerte. Igualito a como pensaban y actuaban los terribles montoneros." Una estrategia perfecta para el discruso llave en mano que compra la clase media Argentina.
Mucho más obvio me resultó ésta observación al ver hoy que éste estúpido episodio que estoy comentando ocupó un titulo en la tapa de Clarín, no corriendo la misma suerte la noticia ayer anunciada por las Abuelas de Plaza de Mayo de la recuperación de la identidad del nieto número 102. Parece ficción tal despropósito informativo, pero es la realidad.
Había que explicarle ésto a Lucas? Creo que no, ya que seguramente él ahora lo entienda tanto como todos nosotros, sólo que subestimó a su audiencia al momento de hacer su post. Yo comparto y adhiero a la mirada irónica, divertida que a todos en general nos causa la actitud de papanatas de Leuco y la innecesaria magnificación del hecho, pero lo hago en el ámbito privado, con mis pares y en una mesa de café, no tiene sentido hacerlo en otro lugar. No es un hecho prensable, posteable, ni valioso para ningún proyecto político.
La comunicación debe entenderse como a las capas de la cebolla. Hay distintos niveles y el discurso debe adaptarse a cada uno de ellos. En el caso Leuco/Carrasco se juntaron el hambre con las ganas de comer. Un mensaje inadecuado en un blog que ya no es menor, tomado por un periodista totalmente fuera de eje y magnificado sabiamente por toda la corporación de medios, ávida de estúpidos con ganas de dilapidar el capital político ajeno.
Por eso es que a mí me preocupa esta extraña "alquimia" que posee cierta militancia política para transformar a meros estúpidos en acérrimos opositores al proyecto que se pretende defender. Sin dudas lo que hizo Leuco debería ubicarse entre la mala leche y la perfecta idiotez, pero está claro que también hay que saber separar las acciones de la militancia de la simple mojada de oreja sin sentido.
A medida que el proyecto crece, los actores deben crecer con él. Visualizar los verdaderos objetivos de la militancia haciendo un uso racional de las herramientas de comunicación. No es necesario tener que esconder las emociones, solamente comenzar por separar lo público de lo privado, los mensajes internos de los mensajes publicables, entender a todas las acciones del actor de la comunicación como lo que son, acciones de comunicación con forma y fondo.
Finalmente, hay algo casi básico de la ciencia política que es preciso entender. El debate es sumamente interesante en términos políticos, la argumentación actúa sobre la razón y resulta apasionante en la confrontación de ideas. Pero nunca hay que perder de vista que el voto es un ejercicio emocional y muy poco racional. Con lo cual, si mi proyecto pretende tener sustento para poder perdurar, si necesita extenderse para crecer, deberé prestar más atención a las formas que utilizo para comunicarlo. Cuando de comunicación masiva se trata, con audiencias muy heterogéneas, el mensaje debe ser preciso y las formas son determinantes. Porque éstas actúan sobre las emociones, generan confianza o temor, y en términos electorales, difícilmente puedan ser rebatidas con una argumentación racional, por más contundente que ésta sea.
RG 9/10
lunes, 5 de abril de 2010
La Inseguridad Informativa.
Para ponernos a tono con el tema, propongo sincerar algunas definiciones que parecieran ser parte del sentido común a esta altura, pero que sin embargo creo necesario aclarar.
Cuando los medios titulen "Inseguridad", deberá leerse como: La pequeña parte de la violencia social que sufren los sectores de las clases medias urbanas que poseen al menos una propiedad y un automóvil.
Y cuando los mismos medios titulen "Seguridad Jurídica", por ello deberá entenderse: La seguridad de tipo "Premium" que exigen los invesionistas por sobre el resto de la sociedad y que supone no ser alcanzados por ninguna ley o norma jurídica local que vaya en contra de sus particulares intereses económicos -sean éstos lícitos o no- y que impida la posibilidad siquiera de tener que litigar en algún tribunal de la desbordada Justicia Argentina, como cualquier otro ciudadano común.
Mi pregunta general es por qué los medios no interpretan el problema de la inseguridad de manera amplia, general, como un ya más que evidente resultado de la escandalosa desigualdad y la creciente violencia social que sufre la sociedad toda? Por qué en cambio insisten en situar su visión sesgada solamente en hechos particulares que sufren algunos sectores determinados, amplificando con gran reiteración los mismos para terminar transformándolos en la virtual generalidad?
Simplemente porque los medios de comunicación que hoy tenemos, concentrados, corporativos y cartelizados, fueron creados para atender perversamente al negocio de quienes los gestionan y explotan y no para brindarnos información seria o confiable. No ofrecen servicios de información para los ciudadanos sino que entienden a la noticia como un simple producto, la recogen o no, la editan, la enriquecen o la empobrecen con el único fin de lograr su venta de la manera más rentable.
Siguiendo su propia lógica, todos los medios de alguna u otra manera buscarán entonces captar, impactar en aquél sector de la sociedad que más pueda pagar por sus notables productos; y ése sector será el de las clases medias urbanas. Aquí entonces, la principal razón por la cual todas las noticias serán especialmente diseñadas para atender y atrapar a estos sectores, utilizando todos los recursos posibles y todas las herramientas disponibles para lograr despertar su histeria, aprovechar sus comportamientos compulsivos y enriquecerse así con el vil usufructo de sus propias miserias.
Porque los medios de comunicación que dicen tener como objetivo informar, en verdad no miden su éxito en función a la cobertura real de todos los hechos que fueren o merezcan ser noticiables, ni tampoco por el desarrollo de la noble profesión de los cada vez menos periodistas que emplean -que aún desde el "pobre lugar" que les toca tratan de informar- sino que lo miden en los mayores o menores dividendos que generen sus persuasivos títulos, sus espectaculares noticias y por ende su rating, sus ventas.
Y para poder responder a ello -y a los accionistas- las corporaciones de medios estructuran sus diversas empresas asociadas de manera economicista, entendiendo a los profesionales de la información que las componen no como periodistas independientes sino como simples empleados, recursos humanos subordinados y que no tendrán como objetivo profesional a la búsqueda de la verdad y la equanimidad, sino que como fruto de su relación de dependencia obedecerán una línea editorial especialmente creada para soportar los intereses comerciales de la corporación y que será por todos aceptada de manera indiscutible para poder lograr imponer un relato, formando opiniones subordinadas e implementando un discurso único.
Como punta de lanza, estas corporaciónes tratarán de imponerse a través de sus modernos medios audiovisuales, y para competir con agilidad necesitarán cada vez más de los servicios de los novedosos "presentadores de noticias" en lugar de los clásicos y simples periodistas que en vez de dejar fluir los negocios siempre tendrán la mala costumbre de intentar pensar antes que repetir.
Así es cómo estas decisiones meramente empresariales y cada vez menos éticas terminan tergiversando el ejercicio periodístico, informativo o de opinión, menoscabando y bastardeando a los verdaderos profesionales de los medios. La diferencia mayor está dada en que mientras unos vocacionalmente buscan desarrollarse a través de la lógica de la profesión periodística, la búsqueda de la verdad, los otros solamente encontrarán su tan buscado desarrollo personal y económico sólo conseguiendo cierta notoriedad.
Qué es un Presentador de Noticias? Un presentador de noticias es un personaje obsesivamente preocupado por las formas y que por lo general desconoce el fondo de las cuestiones que atañen a lo que hace o dice frente a una cámara y a las intenciones de la empresa que lo contrata, o al menos si las conoce, no manifiesta interés por sus alcances.
Su labor no es una profesión -como lo es la del periodista- tampoco encuadra dentro de un oficio como el del maquillador, camarógrafo o escenógrafo del canal, sino que su saber y su hacer más bien encuadra en lo que conocemos como una "ocupación"; para decirlo en pocas palabras, su talento estará dado en la menor o mayor capacidad de leer un texto de corrido y en vivo, interpretarlo ejecutando tonos adecuados y tratando de gesticular de acuerdo a lo que editorialmente de uno se espera, pudiendo utilizar reiteradas muletillas como para poder construirse una particular personalidad dentro de la pantalla y hacerse un lugar destacado en la empresa si fuera posible. No tendrá que estar formado para mucho más.
Con éste marco comercial con que se maneja la difusión de la información, la "inseguridad" aparece como un gran negocio para los medios y para la sociedad toda. La clave está en que ésta despierta morbo en las personas, bien manejada genera gran venta de noticias y como si esto fuera poco, finalmente actúa como disparador en la actividad económica de toda la sociedad en condiciones de consumir algo.
Porque el miedo de las clases medias -las que por volumen más pueden consumir- activa y genera más consumo; consumo desde la compulsividad a recurrir a unna seguridad privada hasta cualquier cosa que psicologicamente prometa calmar la ansiedad generalizada. En cambio el mismo miedo en las clases bajas, ejemplificado en el de una madre a la que le matan a un hijo a palazos en un recital de rock villero, o por una hija que muere en la salita del barrio por haber llegado desangrada a causa de un aborto mal hecho -lamentablemente para ellos y su clase- esto no dispara a su familia a consumir más por ello, razón por la cual estos hechos rara vez serán noticiables.
La cuestión final está dada en que ése verdadero miedo, ése dolor por la pérdida de un ser querido no se soluciona ni se calma pagando a un vigilador privado (privado de beneficios sociales gracias a su empleo en negro, obviamente), tampoco se calma o se frena comprando una reja alta y punteaguda, una alarma, un gas pimienta o una pistola cromada. Curiosamente, ése miedo en las clases bajas ni siquiera contribuye a vender más diarios...
Últimamente las clases bajas sí pueden conseguir estar en los medios más allá de formar parte de una estadística en algún gráfico de barras de una infografía de la Nación o Clarín. Gracias al la espectacularización de la información antes mencionada, ahora tienen la posibilidad de ser protagonistas de algún segmento o episodio de "Policías en Acción"; programa de televisión donde la triste realidad de la población y la pobreza de los organismos estalates que pretenden brindar seguridad es transformada en un dinámico producto de consumo audiovisual especialmente creado para el entretenimiento de las clases medias y donde pobres diablos pretenden creer que será a través de su miserable realidad como se transformarán en figuras con reconocimiento público.
Lamentablemente, este negocio de la exposición de las miserias humanas en la pantalla suele ser tan efímero como como los episodios del programa y difícilmente estos actores fortuitos lleguen a consagrarse. Debo decir que a pesar de éstos programas que parecen hasta ficcionar la realidad, si sos Arquitecto, Ingeniero o Licenciado y tenés un automóvil, tenés 98% de posibilidades de ser tapa de Clarín si desgraciadamente perdés la vida en un hecho de violencia urbana.
Si en cambio, sos un pobre villero, tendrás 600% más de posibilidades de morir en un hecho de violencia urbana, pero 0,1% de posibilidades de hacerte famoso saliendo en La Nación o Clarín por ello.
RG 4/10
Cuando los medios titulen "Inseguridad", deberá leerse como: La pequeña parte de la violencia social que sufren los sectores de las clases medias urbanas que poseen al menos una propiedad y un automóvil.
Y cuando los mismos medios titulen "Seguridad Jurídica", por ello deberá entenderse: La seguridad de tipo "Premium" que exigen los invesionistas por sobre el resto de la sociedad y que supone no ser alcanzados por ninguna ley o norma jurídica local que vaya en contra de sus particulares intereses económicos -sean éstos lícitos o no- y que impida la posibilidad siquiera de tener que litigar en algún tribunal de la desbordada Justicia Argentina, como cualquier otro ciudadano común.
Mi pregunta general es por qué los medios no interpretan el problema de la inseguridad de manera amplia, general, como un ya más que evidente resultado de la escandalosa desigualdad y la creciente violencia social que sufre la sociedad toda? Por qué en cambio insisten en situar su visión sesgada solamente en hechos particulares que sufren algunos sectores determinados, amplificando con gran reiteración los mismos para terminar transformándolos en la virtual generalidad?
Simplemente porque los medios de comunicación que hoy tenemos, concentrados, corporativos y cartelizados, fueron creados para atender perversamente al negocio de quienes los gestionan y explotan y no para brindarnos información seria o confiable. No ofrecen servicios de información para los ciudadanos sino que entienden a la noticia como un simple producto, la recogen o no, la editan, la enriquecen o la empobrecen con el único fin de lograr su venta de la manera más rentable.
Siguiendo su propia lógica, todos los medios de alguna u otra manera buscarán entonces captar, impactar en aquél sector de la sociedad que más pueda pagar por sus notables productos; y ése sector será el de las clases medias urbanas. Aquí entonces, la principal razón por la cual todas las noticias serán especialmente diseñadas para atender y atrapar a estos sectores, utilizando todos los recursos posibles y todas las herramientas disponibles para lograr despertar su histeria, aprovechar sus comportamientos compulsivos y enriquecerse así con el vil usufructo de sus propias miserias.
Porque los medios de comunicación que dicen tener como objetivo informar, en verdad no miden su éxito en función a la cobertura real de todos los hechos que fueren o merezcan ser noticiables, ni tampoco por el desarrollo de la noble profesión de los cada vez menos periodistas que emplean -que aún desde el "pobre lugar" que les toca tratan de informar- sino que lo miden en los mayores o menores dividendos que generen sus persuasivos títulos, sus espectaculares noticias y por ende su rating, sus ventas.
Y para poder responder a ello -y a los accionistas- las corporaciones de medios estructuran sus diversas empresas asociadas de manera economicista, entendiendo a los profesionales de la información que las componen no como periodistas independientes sino como simples empleados, recursos humanos subordinados y que no tendrán como objetivo profesional a la búsqueda de la verdad y la equanimidad, sino que como fruto de su relación de dependencia obedecerán una línea editorial especialmente creada para soportar los intereses comerciales de la corporación y que será por todos aceptada de manera indiscutible para poder lograr imponer un relato, formando opiniones subordinadas e implementando un discurso único.
Como punta de lanza, estas corporaciónes tratarán de imponerse a través de sus modernos medios audiovisuales, y para competir con agilidad necesitarán cada vez más de los servicios de los novedosos "presentadores de noticias" en lugar de los clásicos y simples periodistas que en vez de dejar fluir los negocios siempre tendrán la mala costumbre de intentar pensar antes que repetir.
Así es cómo estas decisiones meramente empresariales y cada vez menos éticas terminan tergiversando el ejercicio periodístico, informativo o de opinión, menoscabando y bastardeando a los verdaderos profesionales de los medios. La diferencia mayor está dada en que mientras unos vocacionalmente buscan desarrollarse a través de la lógica de la profesión periodística, la búsqueda de la verdad, los otros solamente encontrarán su tan buscado desarrollo personal y económico sólo conseguiendo cierta notoriedad.
Qué es un Presentador de Noticias? Un presentador de noticias es un personaje obsesivamente preocupado por las formas y que por lo general desconoce el fondo de las cuestiones que atañen a lo que hace o dice frente a una cámara y a las intenciones de la empresa que lo contrata, o al menos si las conoce, no manifiesta interés por sus alcances.
Su labor no es una profesión -como lo es la del periodista- tampoco encuadra dentro de un oficio como el del maquillador, camarógrafo o escenógrafo del canal, sino que su saber y su hacer más bien encuadra en lo que conocemos como una "ocupación"; para decirlo en pocas palabras, su talento estará dado en la menor o mayor capacidad de leer un texto de corrido y en vivo, interpretarlo ejecutando tonos adecuados y tratando de gesticular de acuerdo a lo que editorialmente de uno se espera, pudiendo utilizar reiteradas muletillas como para poder construirse una particular personalidad dentro de la pantalla y hacerse un lugar destacado en la empresa si fuera posible. No tendrá que estar formado para mucho más.
Con éste marco comercial con que se maneja la difusión de la información, la "inseguridad" aparece como un gran negocio para los medios y para la sociedad toda. La clave está en que ésta despierta morbo en las personas, bien manejada genera gran venta de noticias y como si esto fuera poco, finalmente actúa como disparador en la actividad económica de toda la sociedad en condiciones de consumir algo.
Porque el miedo de las clases medias -las que por volumen más pueden consumir- activa y genera más consumo; consumo desde la compulsividad a recurrir a unna seguridad privada hasta cualquier cosa que psicologicamente prometa calmar la ansiedad generalizada. En cambio el mismo miedo en las clases bajas, ejemplificado en el de una madre a la que le matan a un hijo a palazos en un recital de rock villero, o por una hija que muere en la salita del barrio por haber llegado desangrada a causa de un aborto mal hecho -lamentablemente para ellos y su clase- esto no dispara a su familia a consumir más por ello, razón por la cual estos hechos rara vez serán noticiables.
La cuestión final está dada en que ése verdadero miedo, ése dolor por la pérdida de un ser querido no se soluciona ni se calma pagando a un vigilador privado (privado de beneficios sociales gracias a su empleo en negro, obviamente), tampoco se calma o se frena comprando una reja alta y punteaguda, una alarma, un gas pimienta o una pistola cromada. Curiosamente, ése miedo en las clases bajas ni siquiera contribuye a vender más diarios...
Últimamente las clases bajas sí pueden conseguir estar en los medios más allá de formar parte de una estadística en algún gráfico de barras de una infografía de la Nación o Clarín. Gracias al la espectacularización de la información antes mencionada, ahora tienen la posibilidad de ser protagonistas de algún segmento o episodio de "Policías en Acción"; programa de televisión donde la triste realidad de la población y la pobreza de los organismos estalates que pretenden brindar seguridad es transformada en un dinámico producto de consumo audiovisual especialmente creado para el entretenimiento de las clases medias y donde pobres diablos pretenden creer que será a través de su miserable realidad como se transformarán en figuras con reconocimiento público.
Lamentablemente, este negocio de la exposición de las miserias humanas en la pantalla suele ser tan efímero como como los episodios del programa y difícilmente estos actores fortuitos lleguen a consagrarse. Debo decir que a pesar de éstos programas que parecen hasta ficcionar la realidad, si sos Arquitecto, Ingeniero o Licenciado y tenés un automóvil, tenés 98% de posibilidades de ser tapa de Clarín si desgraciadamente perdés la vida en un hecho de violencia urbana.
Si en cambio, sos un pobre villero, tendrás 600% más de posibilidades de morir en un hecho de violencia urbana, pero 0,1% de posibilidades de hacerte famoso saliendo en La Nación o Clarín por ello.
RG 4/10
sábado, 3 de abril de 2010
Tweets!
Es un hecho fáctico que hasta el mismísimo comportamiento de La Luna tiene una mayor incidencia directa en la vida de las personas que todas las leyes de la teoría económica juntas. Quienes insistentemente quieren hacernos creer lo contrario, solo exponen con desnudez la falta de sentido común a la que los ha sometido y condenado su triste subordinación política.
jueves, 11 de marzo de 2010
"La 37", La Nueva Barra Brava Argentina.
La vergonzosa oposición atrincherada en el congreso juega sus cartas apelando a la peligrosa Lógica de La Barra Brava. Un juego tan irresponsable como inconsistente que como triste final amenaza con subirle el tono a su lenguaje natural, la violencia.
En las canchas de fútbol se los visualiza como no más de 300 individuos agrupados en el anonimato de una masa chirle, que cantan coordinados, agreden y putean de manera focalizada hacia un objetivo claro - siempre desde la cobarde protección que les otorga la condición de patota organizada- y en ése ámbito, mientras se arengan mutuamente, experimentan de manera individual sensaciones de poder e impunidad que se suman a cierta felicidad que recibe el alma humana al ejercitar el canto.
La gratificación se presenta de manera inmediata y se siente a flor de piel, ya que la conjunción de sensaciones que se experimentan al transformarse uno en un barra brava configuran un cocktail tan placentero y adictivo que un alma infelíz difícilmente puede esquivar. Esto sumado a los privilegios que la pertenencia supone, hace de esta práctica de sometimiento de voluntad bajo lo designios de un líder "bien poronga" algo bastante común.
No es casual que para asegurar esa gratificación sensorial, los churros sean parte de la vianda oficial y junto con cualquier otra falopa o sustancia ma o menos venenosa ocupen un marcado protagonismo en las líricas de cualquiera de estas barras. El fútbol es siempre una excusa, pero el sentimiento noble que los hombres solemos sentir hacia cuestiones tan inexplicables y abstractas como lo es una camiseta o un club de fútbol se potencian, y terminan por transformarse en casi las únicas y verdaderas utopías que pueden ofrecer nuestras sociedades consagradas al consumo.
Pero la "Lógica de la Barra Brava" a mi entender se caracteriza por otras cosas, posee una manera de accionar el gatillo de la violencia muy particular y que puede prestarse fácilmente a una manipulación externa. El aparente anonimato que experimentan sus integrantes los lleva a un desenfreno en concurso real como un si se tratase de un juego de apuestas, donde las miserias personales de unos y otros se encadenan en desafíos de falso valor hasta lograr que finalmente se consumen los trágicos hechos para los cuales casi sin saberlo todos se habían reunido. Esas barras bravas de 300 integrantes son las garantías necesarias para que de vez en cuando uno, dos o tres asesinos finalmente se consagren frente a toda la sociedad.
Son 300 los energúmenos que putean en patota relegando su individualidad, 150 de ellos le tiran piedras al adversario, sólo 80 son tan porongas como para sacudir el alambrado que los separa del adversario, 35 son los que finalmente derriban el alambrado y saltan victoriosos sobre él, 15 los que con palos pasan la barrera y amagan con un enfrentamiento personal, 6 los que efectivamente avanzan y se cagan bien a palazos mostrando su "valentía superior" para que finalmente uno termine sacando una faca y asesinando a un contrario. Así funciona. Siempre. Un perejil es el que mata, sí, pero los verdaderos asesinos son los 300 que montaron la verdulería.
En la política Argentina esta lógica perversa se ha adueñado del congreso; no llegan a 300 pero se enorgullesen de ser sólo 37. La semana pasada el "más poronga" resultó ser el fantasma menem, que finalmente negoció lo que personalmente necesitaba para montar el piquete de los 37 senadores. Ayer el Senador Morales se jactaba de ser quien iba a asesinar a la Presidente del Banco Central en nombre de esos mismos 37 barra bravas con su triste respuesta: "No tengo preguntas para hacerle a la Lic. Marcó DelPont". Mañana habría que ver quién "en concurso real" se posiciona como el nuevo líder para ir por más.
Ni tengo que recordar que este proceso ya lo vivió demasiadas veces la historia Argentina. Sólo espero podamos aprender de nuestros propios errores y que la dirigencia toda, de una vez por todas decida dejar de ser funcional a los grupos de poder. Los grupos de poder económico son quienes a través de "becas" o "sponsoreos" históricamente facilitaron y siguen facilitando la formación de todas las barras bravas de la Argentina.
Las recientes palabras de la Senadora Latorre frente a las tendenciosas preguntas que por TV le hacía uno de los máyores sponsor de "La 37" -más parecidas a un apriete que a una entrevista- son elocuentes en cuanto a la debilidad de esta supuesta oposición devenida en barra brava y sus posturas desestabilizadoras.
No me quedan dudas que la más poronga de esta bolsa de gatos que se dice llamar "oposición" tiene a esta altura un enfrentamiento personal con la Pressidente de la Nación -probablemente desde la época de aquella frustrada comisión de lavado de dinero y las famosas cajas del senado estadounidense- pero no resulta serio que esas motivaciones personales sean las que marquen la cancha del congreso.
Por el lado oficialista, me resta decir que esta misma situación ya la han vivido en el conflicto por la 125 y como triste respuesta a tal enfrentamiento existe hace ya dos años una invesosímil asociación llamada Mesa de Enlace. Claramente, otra barra brava, pero que me obliga a tratar de desenrredar los mecanismos del ejercicio del poder que el ejecutivo nacional evidentemente tiene para contribuir con su alquimia a semejante adefecio.
La Lógica de La Barra Brava ya es una práctica consumada en la política Argentina, solo que esta vez amenaza con quebrar el corazón de nuestras instituciones y nos obliga a tomar partido. Creo que desde el oficialismo quizás se podría dar una buena señal con menos Pichettos y más Rossis, se me ocurre la gestión del Senador Pampuro va hacia ése sentido. Pero aún sin compartir muchos de los actos de gobierno, en éste tema puntual no puede haber posiciones intermedias en cualquier legislador que se considere nacional, popular o simplemente progresista.
RG 3/10
En las canchas de fútbol se los visualiza como no más de 300 individuos agrupados en el anonimato de una masa chirle, que cantan coordinados, agreden y putean de manera focalizada hacia un objetivo claro - siempre desde la cobarde protección que les otorga la condición de patota organizada- y en ése ámbito, mientras se arengan mutuamente, experimentan de manera individual sensaciones de poder e impunidad que se suman a cierta felicidad que recibe el alma humana al ejercitar el canto.
La gratificación se presenta de manera inmediata y se siente a flor de piel, ya que la conjunción de sensaciones que se experimentan al transformarse uno en un barra brava configuran un cocktail tan placentero y adictivo que un alma infelíz difícilmente puede esquivar. Esto sumado a los privilegios que la pertenencia supone, hace de esta práctica de sometimiento de voluntad bajo lo designios de un líder "bien poronga" algo bastante común.
No es casual que para asegurar esa gratificación sensorial, los churros sean parte de la vianda oficial y junto con cualquier otra falopa o sustancia ma o menos venenosa ocupen un marcado protagonismo en las líricas de cualquiera de estas barras. El fútbol es siempre una excusa, pero el sentimiento noble que los hombres solemos sentir hacia cuestiones tan inexplicables y abstractas como lo es una camiseta o un club de fútbol se potencian, y terminan por transformarse en casi las únicas y verdaderas utopías que pueden ofrecer nuestras sociedades consagradas al consumo.
Pero la "Lógica de la Barra Brava" a mi entender se caracteriza por otras cosas, posee una manera de accionar el gatillo de la violencia muy particular y que puede prestarse fácilmente a una manipulación externa. El aparente anonimato que experimentan sus integrantes los lleva a un desenfreno en concurso real como un si se tratase de un juego de apuestas, donde las miserias personales de unos y otros se encadenan en desafíos de falso valor hasta lograr que finalmente se consumen los trágicos hechos para los cuales casi sin saberlo todos se habían reunido. Esas barras bravas de 300 integrantes son las garantías necesarias para que de vez en cuando uno, dos o tres asesinos finalmente se consagren frente a toda la sociedad.
Son 300 los energúmenos que putean en patota relegando su individualidad, 150 de ellos le tiran piedras al adversario, sólo 80 son tan porongas como para sacudir el alambrado que los separa del adversario, 35 son los que finalmente derriban el alambrado y saltan victoriosos sobre él, 15 los que con palos pasan la barrera y amagan con un enfrentamiento personal, 6 los que efectivamente avanzan y se cagan bien a palazos mostrando su "valentía superior" para que finalmente uno termine sacando una faca y asesinando a un contrario. Así funciona. Siempre. Un perejil es el que mata, sí, pero los verdaderos asesinos son los 300 que montaron la verdulería.
En la política Argentina esta lógica perversa se ha adueñado del congreso; no llegan a 300 pero se enorgullesen de ser sólo 37. La semana pasada el "más poronga" resultó ser el fantasma menem, que finalmente negoció lo que personalmente necesitaba para montar el piquete de los 37 senadores. Ayer el Senador Morales se jactaba de ser quien iba a asesinar a la Presidente del Banco Central en nombre de esos mismos 37 barra bravas con su triste respuesta: "No tengo preguntas para hacerle a la Lic. Marcó DelPont". Mañana habría que ver quién "en concurso real" se posiciona como el nuevo líder para ir por más.
Ni tengo que recordar que este proceso ya lo vivió demasiadas veces la historia Argentina. Sólo espero podamos aprender de nuestros propios errores y que la dirigencia toda, de una vez por todas decida dejar de ser funcional a los grupos de poder. Los grupos de poder económico son quienes a través de "becas" o "sponsoreos" históricamente facilitaron y siguen facilitando la formación de todas las barras bravas de la Argentina.
Las recientes palabras de la Senadora Latorre frente a las tendenciosas preguntas que por TV le hacía uno de los máyores sponsor de "La 37" -más parecidas a un apriete que a una entrevista- son elocuentes en cuanto a la debilidad de esta supuesta oposición devenida en barra brava y sus posturas desestabilizadoras.
No me quedan dudas que la más poronga de esta bolsa de gatos que se dice llamar "oposición" tiene a esta altura un enfrentamiento personal con la Pressidente de la Nación -probablemente desde la época de aquella frustrada comisión de lavado de dinero y las famosas cajas del senado estadounidense- pero no resulta serio que esas motivaciones personales sean las que marquen la cancha del congreso.
Por el lado oficialista, me resta decir que esta misma situación ya la han vivido en el conflicto por la 125 y como triste respuesta a tal enfrentamiento existe hace ya dos años una invesosímil asociación llamada Mesa de Enlace. Claramente, otra barra brava, pero que me obliga a tratar de desenrredar los mecanismos del ejercicio del poder que el ejecutivo nacional evidentemente tiene para contribuir con su alquimia a semejante adefecio.
La Lógica de La Barra Brava ya es una práctica consumada en la política Argentina, solo que esta vez amenaza con quebrar el corazón de nuestras instituciones y nos obliga a tomar partido. Creo que desde el oficialismo quizás se podría dar una buena señal con menos Pichettos y más Rossis, se me ocurre la gestión del Senador Pampuro va hacia ése sentido. Pero aún sin compartir muchos de los actos de gobierno, en éste tema puntual no puede haber posiciones intermedias en cualquier legislador que se considere nacional, popular o simplemente progresista.
RG 3/10
jueves, 18 de febrero de 2010
De Pobres Sometidos Frente a Instituciones Vetustas y Cierta Nostalgia de Putas Románticas.
Los otros días recordaba el resurgimiento de los grafittis con la vuelta de la democracia a nuestro país, en los principios de los 80s. Y en epecial un graffiti de los vergara que rezaba "El sida no tiene cura, pero hay curas con sida"...
Más allá de lo anacrónico que resulta hoy, se leía como una manera "rebelde" de exponer la hipocresía de la iglesia con respecto a la sexualidad y la culpa que hacía que muchas personas prefirieran someterse a un régimen que negara su sexualidad con tal de no sufrir socialmente lo que significaba asumirse diferente.
Por caso la hoy ya predisposición manifiesta de alimentarse a pebetes, como tantas otras aberraciones que surgen cada vez que cierta luz se posa sobre los "actos privados" de los miembros del clero creo muestra a las claras las alteraciones psíquicas que genera un régimen de marcado sometimiento en personajes que evidentemente acarrean traumas de orden sexual; traumas que hasta quizás hayan sido responsables en la decisión vocacional.
Con temas tan sensibles y actuales como la absurda negación de la existencia del aborto y por consecuencia la lisa y llana aceptación de la inequidad social que acentúa su clandestinidad -entre muchos otros temas de salud pública- la hipocresía de la Iglesia ya resulta insostenible...
Frente a eso, la antigua palabra "puta" cambia ligeramente su connotación, en la medida que describa un cierto acto de libertad sexual y de adaptación al medio capitalista.
De todas maneras, atento a la realidad de nuestros días me temo las mafias del mismo capitalismo ya hayan superado ampliamente el terreno del viejo proxeneta y su concubina, y la esclavitud junto con la explotación de pobres sean hoy los patrones imperantes de la actividad.
Más allá de lo anacrónico que resulta hoy, se leía como una manera "rebelde" de exponer la hipocresía de la iglesia con respecto a la sexualidad y la culpa que hacía que muchas personas prefirieran someterse a un régimen que negara su sexualidad con tal de no sufrir socialmente lo que significaba asumirse diferente.
Por caso la hoy ya predisposición manifiesta de alimentarse a pebetes, como tantas otras aberraciones que surgen cada vez que cierta luz se posa sobre los "actos privados" de los miembros del clero creo muestra a las claras las alteraciones psíquicas que genera un régimen de marcado sometimiento en personajes que evidentemente acarrean traumas de orden sexual; traumas que hasta quizás hayan sido responsables en la decisión vocacional.
Con temas tan sensibles y actuales como la absurda negación de la existencia del aborto y por consecuencia la lisa y llana aceptación de la inequidad social que acentúa su clandestinidad -entre muchos otros temas de salud pública- la hipocresía de la Iglesia ya resulta insostenible...
Frente a eso, la antigua palabra "puta" cambia ligeramente su connotación, en la medida que describa un cierto acto de libertad sexual y de adaptación al medio capitalista.
De todas maneras, atento a la realidad de nuestros días me temo las mafias del mismo capitalismo ya hayan superado ampliamente el terreno del viejo proxeneta y su concubina, y la esclavitud junto con la explotación de pobres sean hoy los patrones imperantes de la actividad.
miércoles, 6 de enero de 2010
Sobre la Violencia Doméstica en las Clases Medias Urbanas
La violencia establecida ya como un lenguaje, devenido de la imposibilidad de proponer o renovar el diálogo en las relaciones humanas, es quizás la peor de las tragedias que le toca enfrentar a nuestras sociedades.
Cada vez con más frecuencia, vemos en forma de noticia en los medios masivos, cómo casos de violencia doméstica terminan con uno de los cónyuges muertos. En tanto que la detallada descripción periodística de los alcances de tales desenlaces trágicos -dignos de una novela policial o de amor obsesivo- virtualmente convierten a los ocasionales lectores en azorados espectadores arrojados al consumo de la noticia.
Por lo general, los medios masivos también acompañan la cobertura de estos hechos conmovedores, con los ya consagrados y efectistas análisis estadísticos sobre este tipo de situaciones, devenidas ya en un verdadero flagelo de la sociedad actual. Esta situación en particular, ha disparado en mí las siguientes reflexiones.
Por un lado, entiendo que dada la reiteración de hechos similares sea imperioso que desde el estado se pueda establecer un sistema de contención adecuada para que estas situaciones no lleguen a un mismo y triste final, sin retorno alguno.
También creo que ambos conyuges tanto como sus hijos -si los tuvieran- son todos víctimas de una misma violencia, la violencia familiar o doméstica. Se trata de un verdadero problema de salud pública, no debe estar a la deriva, echado "a la buena de dios", y en manos de instituciones civiles de víctimas que con la mejor buena voluntad puedan aportar lo suyo.
Resulta entendible, que la indignación que generan las noticias acerca de hechos consumados sean movilizantes para la propagación de noticias, la búsqueda de estadísticas y quizás para la toma de conciencia de la sociedad, o al menos para alguna determinada parte de ella. También para un genuino debate para la búsqueda de soluciones a la problemática planteada.
Pero a mi humilde entender, este mismo y genuino sentimiento, también puede hacernos caer en faláceas comunes, fruto de nuestros propios prejuicios cognitivos acerca de las diferencias de género.
Como fruto de ello, y exponiéndome al visceral espontáneo odio de muchas personas, debo decir que no estoy de acuerdo en la definición de estas problemáticas bajo el título de "Violencia de Género". El término en sí mismo me resulta impropio, fruto de una visión sesgada.
La violencia, y en este caso más aún, no es una cuestión de género. En todo caso, establecer diferencias en función de los géneros me resulta un tema de forma y no de fondo.
Espero se me entienda bien: Asistir y alejar del problema a las víctimas visibles es primordial, fundamental e indelegable; no conmoverse ante la tragedia consumada resulta inhumano. Pero veo que tal actitud no tiene nada que ver con entender ni con resolver; ya que ni siquiera nos acerca realmente al problema, solamente nos moviliza al espanto desde las mismas consecuencias.
Creo la mejor manera de atacar la problemática es tener una visión integral y no desde la impresión que nos generan ante nuestros ojos el tenor o la mayor o menor escenificación de los traumas de las víctimas.
La violencia, en la mayoría de los casos, se establece como un verdadero espiral; donde cada actor la alimenta desde su lugar y es tanto víctima como victimario. Sólo los niños, totalmente ajenos al vinculo entre sus progenitores y por una cuestión obvia de roles la sufren sólo desde el papel de víctimas.
Una relación de pareja bien entendida nunca es concebida desde el sometimiento femenino o como una cuestión de dominación de uno sobre el otro. Esa no es la regla ni la norma como para entender los conflictos de pareja en su totalidad, desde mi visión.
Creer que ése es el único cristal por donde observar la realidad de la violencia familiar es cuanto menos, efectista. En todo caso, lo que alguna vez arrancó mal, lo más probable es que termine mal, y creo que ni yo ni nadie desde afuera podríamos evitarlo.
Lo que sí podemos hacer entre todos es a entender cómo se genera la violencia en las otras relaciones de pareja, las que se establecieron desde la igualdad de sus semejantes, para así evitar los tristes desenlaces que todos los días suceden, que sí nos enteramos pero que no nos conmueven desde un título catastrófico en un diario.
Hay una extendida tendencia a la burda simplificación del "machismo" como patrimonio masculino... Por lo general lo hacen quienes también pretenden oponer "machismo vs. feminismo"... No me dan ganas de explicar obviedades.
Finalmente, creo que la definición de Violencia de Género -tal como se la entiende vulgarmente- no es más que un genuino sesgo machista frente a la problemática de la violencia doméstica o familiar que azota a la mayoría de las actuales sociedades postcapitalistas.
Y que tal definición conlleva un error en el abordaje de tal magnitud, que lejos de aportar una mirada adulta al problema, termina haciéndole un flaco favor a la causa.
RG 01/10.
Cada vez con más frecuencia, vemos en forma de noticia en los medios masivos, cómo casos de violencia doméstica terminan con uno de los cónyuges muertos. En tanto que la detallada descripción periodística de los alcances de tales desenlaces trágicos -dignos de una novela policial o de amor obsesivo- virtualmente convierten a los ocasionales lectores en azorados espectadores arrojados al consumo de la noticia.
Por lo general, los medios masivos también acompañan la cobertura de estos hechos conmovedores, con los ya consagrados y efectistas análisis estadísticos sobre este tipo de situaciones, devenidas ya en un verdadero flagelo de la sociedad actual. Esta situación en particular, ha disparado en mí las siguientes reflexiones.
Por un lado, entiendo que dada la reiteración de hechos similares sea imperioso que desde el estado se pueda establecer un sistema de contención adecuada para que estas situaciones no lleguen a un mismo y triste final, sin retorno alguno.
También creo que ambos conyuges tanto como sus hijos -si los tuvieran- son todos víctimas de una misma violencia, la violencia familiar o doméstica. Se trata de un verdadero problema de salud pública, no debe estar a la deriva, echado "a la buena de dios", y en manos de instituciones civiles de víctimas que con la mejor buena voluntad puedan aportar lo suyo.
Resulta entendible, que la indignación que generan las noticias acerca de hechos consumados sean movilizantes para la propagación de noticias, la búsqueda de estadísticas y quizás para la toma de conciencia de la sociedad, o al menos para alguna determinada parte de ella. También para un genuino debate para la búsqueda de soluciones a la problemática planteada.
Pero a mi humilde entender, este mismo y genuino sentimiento, también puede hacernos caer en faláceas comunes, fruto de nuestros propios prejuicios cognitivos acerca de las diferencias de género.
Como fruto de ello, y exponiéndome al visceral espontáneo odio de muchas personas, debo decir que no estoy de acuerdo en la definición de estas problemáticas bajo el título de "Violencia de Género". El término en sí mismo me resulta impropio, fruto de una visión sesgada.
La violencia, y en este caso más aún, no es una cuestión de género. En todo caso, establecer diferencias en función de los géneros me resulta un tema de forma y no de fondo.
Espero se me entienda bien: Asistir y alejar del problema a las víctimas visibles es primordial, fundamental e indelegable; no conmoverse ante la tragedia consumada resulta inhumano. Pero veo que tal actitud no tiene nada que ver con entender ni con resolver; ya que ni siquiera nos acerca realmente al problema, solamente nos moviliza al espanto desde las mismas consecuencias.
Creo la mejor manera de atacar la problemática es tener una visión integral y no desde la impresión que nos generan ante nuestros ojos el tenor o la mayor o menor escenificación de los traumas de las víctimas.
La violencia, en la mayoría de los casos, se establece como un verdadero espiral; donde cada actor la alimenta desde su lugar y es tanto víctima como victimario. Sólo los niños, totalmente ajenos al vinculo entre sus progenitores y por una cuestión obvia de roles la sufren sólo desde el papel de víctimas.
Una relación de pareja bien entendida nunca es concebida desde el sometimiento femenino o como una cuestión de dominación de uno sobre el otro. Esa no es la regla ni la norma como para entender los conflictos de pareja en su totalidad, desde mi visión.
Creer que ése es el único cristal por donde observar la realidad de la violencia familiar es cuanto menos, efectista. En todo caso, lo que alguna vez arrancó mal, lo más probable es que termine mal, y creo que ni yo ni nadie desde afuera podríamos evitarlo.
Lo que sí podemos hacer entre todos es a entender cómo se genera la violencia en las otras relaciones de pareja, las que se establecieron desde la igualdad de sus semejantes, para así evitar los tristes desenlaces que todos los días suceden, que sí nos enteramos pero que no nos conmueven desde un título catastrófico en un diario.
Hay una extendida tendencia a la burda simplificación del "machismo" como patrimonio masculino... Por lo general lo hacen quienes también pretenden oponer "machismo vs. feminismo"... No me dan ganas de explicar obviedades.
Finalmente, creo que la definición de Violencia de Género -tal como se la entiende vulgarmente- no es más que un genuino sesgo machista frente a la problemática de la violencia doméstica o familiar que azota a la mayoría de las actuales sociedades postcapitalistas.
Y que tal definición conlleva un error en el abordaje de tal magnitud, que lejos de aportar una mirada adulta al problema, termina haciéndole un flaco favor a la causa.
RG 01/10.
lunes, 4 de enero de 2010
Reflexiones Metafísicas...
Hay hombres que se pasan la vida tratando de entender el negocio para ganar mucho dinero, mientras olvidan entender el por qué de la vida. Otros afortunados, logran entender a la vida y así llegan a ser felices. Pero son muy pocos los hombres que logran entenderse a sí mismos para poder llegar a ser libres.
RG, 01/10.
RG, 01/10.
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