miércoles, 22 de septiembre de 2010

De los guantes de Moreno a la metralleta de Carrasco.

Creo que nadie obliga a nadie a elegir qué cosa quiere hacer en la vida, entiendo también que sea lo que sea lo que uno haga, nunca vamos a poder evitar transformarnos en el reflejo de aquello que sabia o estúpidamente creamos a través de nuestras acciones y a lo largo de la vida.

Pensando en el infantil episodio de Leuco con el Blogger Lucas Carrasco, me resulta inevitable tratar de salirme de la primera impresión que recae en el inverosímil lugar donde se ubica Leuco al hacer público tal insignificante post y comentario poco feliz de un blog y transformarlo en una amenaza a un periodista o en un vaticinio de un asesino serial. El ejercicio de banalizar el tema de la violencia le hace un muy flaco favor al verdadero debate que nos debemos acerca de la violencia social, que ciertamente sufrimos todos, por ser parte de una sociedad cada vez más violenta.

Y digo querer salirme de ésa primera impresión, porque está más que claro que Leuco está fuera de su eje hace rato, al igual que Eliaschev, Tenembaum y varios otros periodistas; quizás por razones tan profundas como personales, y que afloran en sus comportamientos profesionales; caen diariamente en casi lo mismo que denuncian, adoptando posturas dignas de fanáticos sin más razón que su propia ira. Esto, sería motivo de otro análisis -intenso, por cierto- pero que hoy no me da mucha gana hacer.

Me interesa poner el foco en que hay una diferencia sustancial entre el hacer uso -a veces quizás abuso- de herramientas claramente fuera de las formas en pos de una estrategia política del simple acto de mostrarse como una persona inconveniente. Hay que saber medir las consecuencias, sin desconocer a los actores que manejan los medios y que serán los encargados de magnificar u ocultar la noticia en función de sus particulares intereses, los de sus empresas propias o asociadas.

El caso de los guantes de Moreno es un buen ejemplo, la herramienta NonSancta fue usada como táctica -estemos de acuerdo o no- en pos de una estrategia clara y debe medirse en términos de la efectividad política que finalmente tuvo, muy a pesar del relato de violencia que los medios luego quisieron magnificar. Hubo que bancarse la pelusa.

Pero el caso del post de Carrasco es muy diferente. Nunca hubo allí una táctica en pos de una estrategia política, sino muy a lo sumo un acto poco responsable de un militante envinado, fruto de un aparente amor no correspondido. Donde está el problema entonces, más allá de la desmedida reacción de Leuco? MacLuhan nos respondería sabiamente con su frase "El medio es el mensaje".

Haberlo publicado como post en su blog hoy vemos que fue una estupidez. Porque hacerlo, es no entender la actual realidad de tu audiencia, es no asumir la responsabilidad que implica la militancia en un colectivo diverso, que se ha ido poblando masívamente y que por ende se vuelve heterogéneo. Una humorada entre amigos y militantes no puede transformarse en un post de un blog de un referente de un proyecto político con tanta capacidad de readership.

Hacer ésa humorada es no entender nada de comunicación, es hacerce el pistola frente a quien no corresponde, es ponerse un piloto y salir a mostrar la chota en público, un acto de irresponsabilidad política. Y en política, el suicidio no es una actitud romántica. Rifar capital político haciendo boludeces para joder a boludos con megáfono pero con audiencia ávida de espanto es de reverendo boludo.

Porque en frente están los otros, la corporación de medios que sí tiene estrategia, y en éste caso es la siguiente: "Los Blogueros K son peligrosos, confunden amor y política con sexo, violencia y muerte. Igualito a como pensaban y actuaban los terribles montoneros." Una estrategia perfecta para el discruso llave en mano que compra la clase media Argentina.

Mucho más obvio me resultó ésta observación al ver hoy que éste estúpido episodio que estoy comentando ocupó un titulo en la tapa de Clarín, no corriendo la misma suerte la noticia ayer anunciada por las Abuelas de Plaza de Mayo de la recuperación de la identidad del nieto número 102. Parece ficción tal despropósito informativo, pero es la realidad.

Había que explicarle ésto a Lucas? Creo que no, ya que seguramente él ahora lo entienda tanto como todos nosotros, sólo que subestimó a su audiencia al momento de hacer su post. Yo comparto y adhiero a la mirada irónica, divertida que a todos en general nos causa la actitud de papanatas de Leuco y la innecesaria magnificación del hecho, pero lo hago en el ámbito privado, con mis pares y en una mesa de café, no tiene sentido hacerlo en otro lugar. No es un hecho prensable, posteable, ni valioso para ningún proyecto político.

La comunicación debe entenderse como a las capas de la cebolla. Hay distintos niveles y el discurso debe adaptarse a cada uno de ellos. En el caso Leuco/Carrasco se juntaron el hambre con las ganas de comer. Un mensaje inadecuado en un blog que ya no es menor, tomado por un periodista totalmente fuera de eje y magnificado sabiamente por toda la corporación de medios, ávida de estúpidos con ganas de dilapidar el capital político ajeno.


Por eso es que a mí me preocupa esta extraña "alquimia" que posee cierta militancia política para transformar a meros estúpidos en acérrimos opositores al proyecto que se pretende defender. Sin dudas lo que hizo Leuco debería ubicarse entre la mala leche y la perfecta idiotez, pero está claro que también hay que saber separar las acciones de la militancia de la simple mojada de oreja sin sentido.

A medida que el proyecto crece, los actores deben crecer con él. Visualizar los verdaderos objetivos de la militancia haciendo un uso racional de las herramientas de comunicación. No es necesario tener que esconder las emociones, solamente comenzar por separar lo público de lo privado, los mensajes internos de los mensajes publicables, entender a todas las acciones del actor de la comunicación como lo que son, acciones de comunicación con forma y fondo.

Finalmente, hay algo casi básico de la ciencia política que es preciso entender. El debate es sumamente interesante en términos políticos, la argumentación actúa sobre la razón y resulta apasionante en la confrontación de ideas. Pero nunca hay que perder de vista que el voto es un ejercicio emocional y muy poco racional. Con lo cual, si mi proyecto pretende tener sustento para poder perdurar, si necesita extenderse para crecer, deberé prestar más atención a las formas que utilizo para comunicarlo. Cuando de comunicación masiva se trata, con audiencias muy heterogéneas, el mensaje debe ser preciso y las formas son determinantes. Porque éstas actúan sobre las emociones, generan confianza o temor, y en términos electorales, difícilmente puedan ser rebatidas con una argumentación racional, por más contundente que ésta sea.

RG 9/10

3 comentarios:

  1. El tema es, creo Ramiro, que un blog no está pensado como una forma de comunicación tal cual vemos otras formas. Osea, muchas veces uno escribe para uno, como en un diario, o para otra persona. Ta, al ser público corre sus riezgos, aunque uno no busque "comunicar".

    De todas maneras no le dí mucha bola al asunto.

    Me gustó mucho el blog.

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  2. Gracias Manuel, estoy de acuerdo en que el medio todavía está buscando sus propias formas y límites. Mi observación se basa en que ya había demasiados datos que hacían saber que el blog de Lucas tenía repercusión en la prensa tradicional y en otros medios electrónicos. Estar atento para no darle de comer a las fieras es la idea. Saludos cordiales.

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  3. ¿No tiene derecho a tener un blog personal, y decirle a una mujer que le gusta? Decírselo como se lo diría cualquier tipo, usando las armas que tiene, en el caso de Lucas todos sabemos que es la palabra (y ninguna metralleta) Leuco aprovechó un error. Y eso también fue poco inteligente de su parte, durante una semana fue motivo de burlas. Saludos

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